

El pasado martes, 23 de junio, se hizo la entrega de notas en el CEIP Virgen de Guadalupe. Con esto, más de 300 niños despiden así el curso lectivo 2019/2020, un curso, cuando menos diferente, a caballo entre las nuevas tecnologías y los nuevos roles que los padres han tenido que adquirir como docentes.
Este año, a consecuencia de la crisis sanitaria, la entrega se llevó a cabo de manera diferente. «Se citó a los padres cada tres cuartos de hora para evitar aglomeraciones. Cada grupo reducido se reunía en una clase con el tutor que les hacía entrega de las calificaciones. Una vez que terminaba cada grupo se desinfectaba el aula y los asientos utilizados», explica la directora del centro, Cati Mendo.
En cuanto al verano, explica que algunos tutores han mandado tareas de repaso a los alumnos, puesto que a los casi tres meses que quedan por delante de vacaciones, hay que añadir los tres anteriores, en los que tampoco han podido asistir a clase.
Todos estos escolares concluyen así un curso sin graduación, ni recreos más largos de la cuenta, ni de actividades al sol propias de los últimos días de clase y, sobre todo, sin poder despedirse de los que han sido duarnte unos meses su compañeros de clase.
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