

La pandemia sigue cancelando la vida social y cultural en todo el mundo. En Quintana, en circunstancias normales, el tradicional Jueves de Compadre se debería celebrar el próximo 4 de febrero, pero no será posible debido a la crisis sanitaria. «A pesar de que la incidencia ya es mucho más baja, en nuestras acciones debe seguir primando la responsabilidad y el sentido común para que cuanto antes podamos llegar a los cero contagios». De esta manera, lo hizo saber ayer el alcalde, Raimundo Dávila, reconociendo que aunque las circunstancias lo requieren, no ha sido una decisión sencilla de tomar.
«No ha sido fácil tener que suspender la fiesta con más arraigo de Quintana, pero como he reiterado en numerosas ocasiones a lo largo de esta pandemia, la prevención es nuestra mejor aliada para prevenir nuevos contagios».
A pesar de ello, ha hecho un llamamiento para que los vecinos sigan manteniendo viva la tradición y no pierdan la ocasión de comprar el rosquete y disfrutar de la comida con los familiares convivientes. «Sé que no es el mejor plan, ni al que estamos acostumbrados, pero es el único que el virus nos permite. El año que viene lo celebraremos a lo grande porque juntos venceremos a este virus», concluye.
Cabe recordar, que esta fiesta, con una tradición ancestral, se remonta según diversas fuentes, a la época celta y, aunque ha evolucionado, conserva su esencia con la figura del 'padrino' que regala el rosquete.
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