Concluye en el colegio un curso difícil por la pandemia, pero con buenos resultados

El pasado 18 de junio finalizó el curso 2020-2021 en el CEIP Virgen de Guadalupe. Este curso, marcado sin duda por la pandemia, ha estado lleno de novedades a las que los alumnos supieron adaptarse desde el principio. «Los niños son muchos más flexibles que los adultos y así lo han demostrado este año», declaran desde el centro.

Cabe recordar que la vuelta a clase el pasado septiembre vino con una serie de medidas para garantizar la seguridad de los docentes y los alumnos. «Han respetado la distancia en las colas en las entradas y las salidas, las parcelas en los recreos y el uso de mascarilla. En general han acatado las normas sin problema y cumpliéndolas en todo momento».

El primer trimestre se desarrolló sin imprevistos aparentes, hasta que llegó el mes de enero. «Tras las Navidades debido al brote que había en Quintana que alcanzó los 160 positivos fueron muy pocos los alumnos que se incorporaron a clase puesto que había miedo en las familias».

No fue hasta principios de febrero cuando la actividad se retomó con normalidad y desde entonces hasta el final los sustos han sido contados.

«Precisamente la última semana de enero se tuvo que confinar un aula entera en el edificio de La Carretera por el positivo de un alumno de Segundo de Primaria». A parte de eso, explican que solo tuvieron que aislar otra de Primero dos días en el mes de marzo.

«El plan de contingencia puesto en marcha por la Consejería de Educación, junto con la colaboración de los maestros y la adaptación de los niños han hecho que el curso haya transcurrido de la mejor forma posible y con buenos resultados en el ámbito académico», concluyen.