

Las navidades de 2020 sin duda pasarán a la historia como las más atípicas para personas de todos los lugares del mundo. Quintana no ha sido la excepción y este año las tradicionales fiestas han estado marcadas en su totalidad por la covid-19. Aquí a pesar de que la situación sanitaria que había previa a las vacaciones era optimista, el equipo de Gobierno prefirió ser precavido y cancelar todas las actividades que tradicionalmente marcan el calendario navideño en la localidad.
De esta manera, no hubo el certamen de villancicos, ni la actuación del coro, ni mucho menos la visita del cartero real que coincide cada año con el encendido y la gran chocolatada para toda la población. Luces sí que ha hubo, en una campaña puesta en marcha por el Ayuntamiento con el objetivo de conservar, en cierta medida, la magia de estas fiestas a pesar de las circunstancias sobre todo por los más pequeños.
Por ello, el 11 de diciembre se iluminaron calles, plazas y parques, pero sin espectadores que asistieran al gran momento. A diferencia de otros años, el gran árbol que preside la plaza de España no estaba rodeado de niños y ni mayores en su gran momento de esplendor, aunque durante las fiestas sí ha recibido muchas visitas de grupos reducidos que no quisieron dejar pasar la oportunidad de inmortalizar el momento con una fotografía de esta Navidad tan peculiar.
Sin Belén viviente
En la comunidad educativa, se procedió de igual manera, por lo que el Belén viviente que tradicionalmente inaugura las fiestas, no se celebró, puesto que requiere de la presencia de muchos niños y, además, las familias se congregan por decenas para verlos disfrazados de ángeles o pastorcillos.
A pesar de las restricciones y la cancelación de todos los actos navideños, los jóvenes llenaron las terrazas durante los días clave. Dentro de esta situación de calma tensa, los últimos días del año se iban agotando mientras los contagios subían de manera exponencial en el municipio, por lo que en los deseos de las uvas este año predominó la salud por encima de todo.
Sin la visita de los Reyes
Después de muchas dudas, finalmente se confirmó la llegada de los Reyes Magos prevista para el 5 de enero. Una visita muy diferente a la habitual puesto que la cabalgata y las carrozas, se iban a sustituir por la presencia de Sus Majestades en el cine teatro Rodríguez Ibarra mientras los pequeños pasaban por delante, respetando y cumpliendo siempre todas las medidas de seguridad.
Una alternativa adaptada a los tiempos que corren, pero que finalmente no se pudo hacer. Tanto se complicó la situación sanitaria en Quintana que un día antes de la llegada prevista, tuvo que cancelarse. No obstante, con el objetivo de que los más pequeños mantuvieran viva la magia que cada año se vive ese día, Melchor, Gaspar y Baltasar grabaron un vídeo dedicado especialmente a los niños quintanenses con la intención de que pasaran una noche llena de ilusión.
La mañana del día 6 también fue completamente distinta a la que estamos acostumbrados a ver, porque en los parques no había niños jugando con sus recién estrenados regalos, los columpios continuaban vacíos después de nueve meses y en los alrededores de los bares no había esa algarabía propia de este día en el que personas de todas las edades salen y alargan el almuerzo hasta altas horas de la madrugada. Ese día terminaron unas navidades amargas y que, si bien comenzaron con un panorama optimista y esperanzador, serán difíciles de olvidar por la realidad tan dura que han dejado en cuanto a contagios.
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