Termina el sueño del ascenso para el CD Quintana

Dicen que todo esfuerzo tiene su recompensa, pero el dicho no siempre se cumple. Mes y medio de trabajo, empeño e ilusión para concluir la carrera con 90 minutos que no hicieron justicia ninguna. Con un calor asfixiante y la presión de jugársela a un único partido el CD Quintana salió ayer al municipal de Miajadas a verse las caras con la Cruz Villanovense, quien se llevó la gloria y no la pena, en un partido en el que, los rojillos no demostraron de lo que son capaces.

Ayer vieron como se esfumaba el sueño de ascender, no a ningún puesto inalcanzable o imposible, si no al lugar al que ellos pertenecen; Primera División Extremeña.

En el minuto 5 llegó el primer gol del rival, muy pronto, muy rápido y casi todavía sin haber cogido la medida al partido, los verdes ya iban por delante. Pero los nuestros tiraron de casta y coraje y lucharon y atacaron, dominando el partido durante más de un cuarto de hora y con dos ocasiones claras de gol por parte del capitán Fernan Tena y Dani Donoso. Hasta que llegó el segundo para la Cruz. Todo se complicaba y el reloj iba cada vez más rápido a cumplir los primeros 45 minutos, pero cuando parecía que no podía ir peor, llegó el tercero antes del descanso que desmoralizó al equipo de cara al segundo tiempo.

Era difícil remontar tres goles, pero como situaciones más raras se han visto, siguieron luchando, mucho ataque, pero el gol no llegaba. La segunda parte no fue muy diferente; los rojillos no lograron estrenar el marcador y aún quedaban dos goles más deshonrosos.

Esta es la crónica de un partido que terminó 5-0 y que, como decíamos al principio, no hizo justicia a la trayectoria del equipo esta temporada. Aunque visto con perspectiva llegar hasta este punto, cuando menos, es digno de mención porque ahora más que nunca, con esta sensación de tocar la línea de meta y caer antes de cruzarla. hay que echar la vista atrás.

Este equipo, hace un año no existía. El CD Quintana no tenía jugadores para empezar de nuevo en la categoría senior. Pero, una directiva, concienzuda y sobre todo muy trabajadora, se empeñó en sacarlo adelante y lo consiguió. Se formó un equipo de jugadores comprometidos que llegaron con el objetivo de ascender, y que casi consiguen. Pero el camino hasta llegar hasta aquí no ha sido nada fácil.

La campaña comenzó sin sumar puntos en las primeras jornadas. El equipo estaba abajo y domingo tras domingo no mejoraban. Se necesitaban cambios que aportaran otra perspectiva y una dirección diferente al equipo. Entonces llegó un nuevo entrenador y fichajes de viejos conocidos. Una fórmula que, junto con el trabajo que ya estaban haciendo los que estuvieron desde el principio, dio resultados.

La victoria ante Talarrubias o ante el Valle; rivales fuertes a los que, contra todo pronóstico, los rojillos vencieron en el verde. Casi sin darnos cuenta, llegó una victoria tras otras hasta llegar a sumar ocho consecutivas, y trece partidos sin perder. Unos resultados que lo situaron en el cuarto puesto justo en el momento del parón por la crisis sanitaria.

Después llegó el triple empate a puntos con Fuenlabrada de los Montes y el Valle para la plaza que les permitiría jugar la fase de ascenso, y tras semanas de deliberación, los rojillos estaba dentro. En agosto aún no había certeza de que se crearía equipo y en mayo estaban dentro de la promoción, como decíamos un recorrido para recordar ahora más que nunca. Se intentó y no se consiguió, se luchó pero las cartas no salieron, se tocó el ascenso y finalmente, se escapó. Ahora toca volver a empezar de cero para demostrar, una vez más, que el CD Quintana no se rinde ni baja los brazos ante las adversidades, si no que se ata bien las botas para volver a salir al césped y hacer sentir a la afición que, pese a todo, nunca hay que dejar de creer.