

En condiciones normales la escuela infantil hubiera abierto sus puertas el mismo día que el colegio. Pero este año no ha sido así debido a la crisis sanitaria.
Los contagios por Covid-19 que se han producido en Quintana desde mediados de agosto han provocado que retrasen la vuelta de los alumnos.
«Tenemos un protocolo de actuación sobre la distancia de seguridad, las entradas y salidas escalonadas, la división por cursos y a la zona exterior de recreo accederán por grupos para evitar que se junten alumnos de distintas clases, pero con niños tan pequeños es muy difícil controlar cada detalle», declara la directora de la guardería Mari Ángeles Murillo.
Por ello, desde el Consistorio, debido al número de familias afectadas que hay, han decidido posponer la fecha de apertura hasta el mes de octubre. «Habrá franjas horarias para entrar, aunque se permitirán excepciones para aquellos padres que por motivos laborales tengan que dejar a los niños a una determinada hora porque ante todo tenemos que favorecer la conciliación familiar».
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