La hostelería se recupera lentamente con vistas a las próximas semanas

De sobra ha quedado demostrado que la hostelería está siendo uno de los grandes afectados por la pandemia debido a las restricciones.

En Quintana la gran mayoría de bares y restaurantes echaron el cierre de manera voluntaria el 8 de enero por el empeoramiento de la situación sanitaria y, tras mes y medio con la persiana echada, volvieron a la actividad el pasado 12 de febrero.

Una vuelta tímida, según explican, que esperan se afiance en las próximas semanas. «Febrero y marzo son dos meses flojos en la hostelería, pero aún así desde que volvimos a abrir hemos tenido sábados muy buenos, incluso mejores de lo esperado, aunque es cierto que falta rematar con la noche», explica Manolo Hidalgo, gerente de Restaurante La Piscina.

Primeras bodas

Una recuperación lenta, pero bien recibida que resultaba impensables meses atrás. «Muchas de las bodas que se cancelaron en 2020 ya tienen fechas fijas en mayo y junio de 2021. Adaptadas a las medidas y restricciones, pero con la intención de celebrarse sí o sí siempre que se permita», apunta.

Por su parte, José Manuel López gerente de Restaurante Cañada Real, también afirma que la vuelta tras el cierre ha sido mejor de la esperada con el aliciente además de la ampliación del toque de queda. «Se ha notado que la gente tenía ganas de salir porque los fines de semana están siendo muy buenos. Además, con el cierre a las once hemos recuperado parte de las cenas».

En cuanto a Semana Santa confía en que se siga con la misma tónica, aunque explica que se acusará el cierre perimetral. «En nuestro pueblo es como un verano adelantado por gente que viene del País Vasco y otros lugares, y esto de manera inevitable se notará en una menor afluencia de clientes».

Aunque esta medida, puntualiza Manuel Hidalgo, tiene su parte positiva. «El hecho de que no venga gente de fuera hace que los propios vecinos estén más tranquilos y salgan sin tanto temor. Aunque el virus puede aparecer en cualquier momento, que la región esté cerrada genera cierta confianza a la hora de salir», concluye.