El mercadillo de los martes regresó ayer a la localidad después de tres meses. Su suspensión se produjo la tercera semana de agosto después de declararse el brote de Covid-19 , por lo que el último celebrado se remonta al día 11 de ese mes.
Volvió de igual manera que lo hizo en verano; con medidas de seguridad y un itinerario de entrada y salida. Una vez más, los voluntarios de Protección Civil desde el punto de información creado por el Ayuntamiento fueron los encargados de velar para que la jornada, en la que hubo menos gente de lo habitual, se desarrollara con normalidad.
«Explicamos a los visitantes las normas como el uso obligatorio de mascarilla, la distancia de 1'5 metro entre las personas, no tocar los alimentos y el uso preferente de la tarjeta para los pagos. Además, les ofrecemos gel hidroalcohólico y e mostramos el recorrido que deben seguir para evitar aglomeraciones», declaran desde Protección Civil.
Por el momento, según ha declarado el alcalde, Raimundo Dávila, continúan estando solo los puestos fijos «hasta que la situación sanitaria se normalice». En cuanto al desarrollo del primer día, el regidor destaca el comportamiento responsable de los vecinos «al cumplir las medidas y acatar las normas».
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