El 50% de los quintanenses han sido previsores con el gasto escolar

Vayan preparando la billetera si tienen hijos en edad escolar. Dependiendo de cuántos tengan, la cuesta de septiembre será más o menos empinada. De media, cada familia se gastará unos 400 euros en la vuelta al cole. Si han sido padres precavidos y han dedicado tiempo a comparar precios, se ahorrarán un buen dinero. Pero si son de los que lo dejan todo para el último momento, tengan cuidado porque el presupuesto puede dispararse.

No obstante, el encargado de la librería Jeyma en la localidad, Juan Francisco Beira Rodríguez, indica que aproximadamente un 50 por ciento de las familias quintanenses han sido previsoras en el gasto de material escolar, lo que entendemos por libros y papelería.

Adelantarse un mes o más a las compras, ahorrar y encontrar las mejores ofertas, se han convertido en las tres premisas estrella para este inicio de curso.

Así lo afirma el ya habitual estudio realizado por Privalia con motivo del inicio del curso escolar.

Padres previsores valen por dos, y más si se trata del regreso a las aulas, donde los encargos, reservas y listas de espera están a la orden del día. En la localidad, la librería recoge encargos desde primeros de julio.

Beira Rodríguez precisa que el coste de los libros depende de los cursos, los de Educación Infantil pueden estar entre los 120 y 150 euros y los de Primaria y Secundaria se suelen aprovechar de unos cursos para otros, dado que los presta el colegio Virgen de Guadalupe a todas las familias becadas, con lo que el gasto que soportan las familias es el de los cuadernillos y el material.

Por tanto, según el trabajador de Jeyma, los más caros suelen ser los del primer ciclo de Primaria, primero y segundo, que es todo material no fungible es decir, que no se consume con el uso y los más baratos son los del resto de los cursos de Primaria.

Este año no hay grandes novedades porque hace un par de años que cambiaron los libros para adaptarse a la nueva Ley de Educación.

«Está claro que septiembre es el mes por excelencia de las librerías por el consumo de libros y material escolar», reconoce este librero.

Preguntado por el impacto de las ofertas de grandes cadenas comerciales, Beira Rodríguez asegura que «por nuestra propia experiencia como libreros aquí en el pueblo, la mayoría de las familias compran sus libros en la librería.

Es más cercano y el trato es más personal. Además, al ser un pueblo pequeño aquí nos conocemos todos, somos como una gran familia.

Hay algunos clientes que prefieren los centros comerciales, pero la gran mayoría opta por comprar en la librería».