Cientos de quintanenses vivieron con fervor la Semana Santa 2017

El buen tiempo y las altas temperaturas, propias de época estival, propiciaron la llegada de cientos de quintanenses a la localidad desde el 8 hasta el16 de abril para disfrutar de la Semana Santa 2017. Unos días en los que el municipio duplicó su población debido a todos aquellos quintanenses que viviendo fuera, regresan cada año para encontrarse con sus familias y amigos.

Por primera vez en la historia la Semana de Pasión de Quintana comenzó con un pregón inaugural que estuvo a cargo del quintanense Juan Francisco Dávila Calderón. Explicó el párroco de la localidad, Antonio Nogales, que con este hecho han pretendido darle un punto de identidad a la Semana Santa, esperamos que la tradición se mantenga cada año.

Ese mismo día, se llevó a cabo también la presentación de la revista, en la que esta vez, han colaborado todas las cofradías, en vez de hacer una cada una de ellas. Una iniciativa que ha gustado mucho entre la población al recoger en un solo número toda la información relativa a las cofradías, las procesiones, los horarios y los recorridos.

Asimismo, el 9 de abril llegó el día grande con el Domingo de Resurrección, que evoca el pasaje bíblico de la entrada triunfal de Jesús de Nazaret en Jerusalén. Muchos fueron los vecinos que acompañaron al párroco con las ramas de olivos previamente bendecidas para hacer el tradicional recorrido por las calles más céntricas.

De igual manera, dentro de la programación de la parroquia Nuestra Señora de los milagros, el lunes, el martes y el miércoles a las ocho de la tarde se celebró el Triduo al Nazareno y la ofrenda de honores de la cofradía. También tuvo lugar la misa en honor de los cofrades fallecidos y el posterior besamanos.

El Jueves Santo, se celebró una misa a las 18:30 horas, previa a la posterior procesión de El Amarrao, que representa el momento en el que Jesús recibe los azotes en la columna mandado por Caifás, uno de los líderes de la conspiración que ordenó su muerte. La imagen se encuentra en la plaza con la Virgen de los Dolores, que llora el calvario de su hijo, para realizar el recorrido de manera conjunta.

Los inicios de esta cofradía se remonta a los años 30. «En 1939 mis abuelos compraron la imagen actual porque la anterior se dañó en la Guerra Civil», explica Camila Fernández, presidenta de la cofradía. «En la década de los ochenta Antonia León y yo decidimos desde el colegio refundarla enfocada a los niños y recibimos mucha ayuda por parte de sus madres», apunta. En la actualidad la componen unos 150 niños, más una veintena de jóvenes costaleros y las madres.

Con la llegada de la media noche la céntrica Plaza de España se fue llenando de personas que esperaban ver la emotiva salida del Nazareno. Como es tradición, las luces se apagaron y el silencio se apoderó del lugar. Murmullos, nervios y emoción hasta que la puerta de la parroquia se fue abriendo poco a poco dejando ver los primeros atisbos de la venerada imagen. Primero fueron saliendo los penitentes con las cruces de madera, seguida de las tradicionales mantillas, y por último, mecido por sus costaleros y al redoble de los tambores, Jesús Nazareno salió la atenta mirada de cientos de vecinos que rompieron el sepulcral silencio con una gran ovación al alzar la imagen. Una vez que el paso se situó en el centro, Verónica secó el rostro de Cristo con un paño y lo enseñó a los allí presentes. Este se presenta como uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa quintana, por el número de personas que congrega a su alrededor y la rigurosidad del paso.

La Real Cofradía Hermanos de Jesús Nazareno cuenta con más de setenta años de historia. La primera imagen la donó Ana Gómez Coronado tras la Guerra Civil, pero con el paso de los años fue envejeciendo hasta que compraron un segundo Nazareno en los años noventa. «Cometimos el error de encargarlo de pasta de madera, para que se pareciera al anterior y comenzó a deteriorarse muy pronto, En el año 2013, la nueva junta directiva decidimos encargarle una al escultor Fernado Aguado de Sevilla, que la realizó con madera de cebro que tiene mucha más durabildiad», informa Domingo Beira, hermano mayor de la hermandad, que cuenta en la actualidad con más de 600 hermanos.

Tras esta procesión, y por primera vez en mucho tiempo, la Iglesia permaneció abierta toda la noche para que los fieles velaran al Santísimo de manera ininterrumpida.

El Viernes Santo comenzó con el traslado del Cristo en la Urna a la parroquia seguido por el Santo Vía Crucis. Se rezó uno cantado con muchos años de historia para recuperar la antigua tradición. Se ha rezado todos los viernes de la Cuaresma hasta incluido el Viernes Santo, explica Nogales. A las 19:00 horas se celebró la Pasión del Señor y de manera seguida comenzó la procesión de El Santo Entierro donde procesiona la Urna de Cristo acompañada por la Virgen de los Dolores. Esta cofradía que la forman unos 400 hermanos, data de 1904 aunque se refundó hace 25 años. «En la Guerra Civil la urna sobrevivió a los bombardeos, pero tuvimos que comprar un Cristo nuevo en 1939 tras el final de la contienda», informa Andrés León, tesorero de la hermandad. «La urna fue donada por Lazarera de la Cruz, tia de María Blázquez, madre de Josefa Gómez-Coronado, presidenta de honor hasta su muerte».

A media noche del viernes la Virgen de la Soledad, que llora la ausencia de su hijo, recorrió las calles de la localidad acompañada por numerosos vecinos. Esta imagen, custodiada en la casa de Isabel Blázquez, remonta su orígen a la década de los años 20, a la vez que comenzó la cofradría. «La virgen la compró mi abuela María Blázquez, y mi madre Isabel Gómez Coronado, actual presidenta, la reformó en el año 1983», informa el cofrade Vicente García. Una peculiaridad de esta hermandad, que reúne un total de 374 hermanos, es que hasta hace una década solo podía estar formada por mujeres casadas. «Cuando finalizó esta enmienda comenzaron a participar hombres como costaleros y niños».

Domingo de Resurrección

Con la llegada del Sábado Santo tuvo lugar la Vigilia Pascual en el templo parroquial, la celebración litúrgica que conmemora la Resurrección de Jesús. Es la celebración más importante del año en el mundo cristiano, y en todas ellas tiene un ritual muy semejante que incluye los símbolos de la luz y el agua, dado que en la antigüedad se recibía el bautismo en este acto.

El Domingo de Resurrección, como conclusión de la Semana de Pasión, se celebró la procesión de El Encuentro con el Cristo Resucitado y la Virgen de la Aurora a las 10:30 horas para finalizar a las 12:00 horas con la Misa Pascual que puso punto y final a la Semana Santa 2017.