Borrar
Gabriel Moreno y José Vicente Moirón en la útlima escena
La obra ‘Contra la democracia’ pone en pie al público quintanense

La obra ‘Contra la democracia’ pone en pie al público quintanense

Dividida en ocho escenas, refleja conflictos sociales como el fundamentlismo ideológico, el abuso de poder o el machismo

maría fortuna

Lunes, 8 de enero 2018, 15:09

El pasado 7 de diciembre la localidad acogió Contra la democracia, unas de las obras de teatro más reivindicativas del territorio nacional a cargo del grupo El Noctámbulo. Escrita por Esteve Soler y dirigida por Antonio C. Guijosa, llegaba al Rodríguez Ibarra tras su paso por el madrileño teatro Galileo.

Los actores José Vicente Moirón, Memé Tabares, Gabriel Moreno y Marina Recio, fueron los encargados de dar vida a distintos personajes a lo largo de siete escenas diferentes. Coordinadas con una destreza admirable, interpretaron a personajes de la vida cotidiana que aún siendo injustos sus comportamientos, se tienen asumidos con normalidad y conformismo.

La obra refleja las miserias más profundas del ser humano y sus ambiciones, el poder y dominio de unos sobre otros, el miedo a decir la verdad, el terror del sexo y así sucesivamente. Muestra de forma hiperrealista, bajo una escena abstracta y oscura, los deseos escondidos, los pensamientos corrosivos, la falta de sensibilidad en un mundo lleno de falsedades donde se sobrevive con la careta de la sonrisa.

Con un comienzo terrorífico por la tenue iluminación, el humo, el lúgubre atrezo y una perturbadora melodía de fondo, aparecen en escena dos monjes vestidos de marrón. Atados con cuerdas, ambos relatan una letanía al estilo despiadado de la Inquisición cristiana.

Sin dejar en el olvido el primer acto y con rapidez ligera, las alimañas entran en juego, una y otra vez hasta llegar al momento más violento de la obra. Los acontecimientos que nos acompañan a través de los medios de comunicación sobre la violencia de género cobran nombren y escena y deja a unos espectadores asombrados ante el espanto de las realidades más crueles en el clímax de la obra.

Nos encontramos ante una creación personal, de interpretación abierta, que imprimió con movimientos y gran expresividad una magistral dramática de carácter social y vanguardista.

Tras bajar el telón, unos actores soberbios, con su objetivo conseguido de remover conciencias dejaron enmudecido a un público que se levantó con una ovación de varios minutos que los intérpretes agradecieron con reiterados saludos por la entrega recíproca que se había vivido durante las dos horas de teatro.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy La obra ‘Contra la democracia’ pone en pie al público quintanense