

maría fortuna
Domingo, 4 de febrero 2018, 20:03
El pasado 19 de enero las puertas del Rodríguez Ibarra se abrieron de nuevo al teatro para acoger el espectáculo Amor Lorquiano, inspirada en La Zapatera Prodigiosa de Federico García Lorca.
Esta trata de una mujer joven casada con su marido por conveniencia, por eso su actitud hacia el zapatero no es de ternura. Al principio habla de su marido con despecho y dice no estar enamorada de él, ya que el matrimonio lo decidieron terceras personas. La zapatera en la obra de Lorca sueña amores imposibles.
En la adaptación de la bailaora y actriz procedente de Monesterio, Manuela Sánchez, el flamenco y el teatro dieron vida a una historia de amor atípica llena de fuerza y sentimiento. El actor Fernando Ramos es el encargado de dar vida al controvertido personaje del zapatero.
Con una interpretación soberbia, Sánchez, consigue transmitir toda la fuerza y pureza de este arte de una manera diferente. Durante el espectáculo las bulerías dan vida a una historia de amor especial que junto al teatro nos introduce en el mundo del flamenco de una manera dinámica y diferente, hasta ahora muy poco vista.
Los espectadores quintanenses, sobrecogidos por el desgarro de la interpretación, fueron testigos a su vez del mejor flamenco con palos como la caña, el tiento, bulerías, alegrías y tangos.
Además del grupo de baile y la protagonista, Manuela Sánchez, que ha sabido con personalidad, técnica y arte ganarse un lugar importante en los círculos flamencos, destaca al cante Juan Miguel Barquero Chiqui de Quintana y Juan María Barquero El Duende acompañados a la guitarra por Francisco Pinto y Manolin García, al piano Paquito Suarez El Aspirina y a las palmas de Pilar García. .
La puesta en escena resultó al espectador muy completa por tratar el conjunto con varias disciplinas artísticas y en el que se entrevé el carácter pasional y creativo de la directora.
La armonía radiante del baile sobre fondo negro y desesperación escénica de la protagonista atrae al espectador, sin dejárlo ajeno de lo que ocurre. El cante por los distintos palos está perfectamente encajado en la trama de la obra, completada por la belleza del cuadro que da muestras de las huellas de García Lorca.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.