maría fortuna
Jueves, 2 de agosto 2018, 10:40
Tras cumplir escasos quince días de la celebración del Festival Granirock, se puede analizar con perspectiva el desarrollo de la quinta edición de un evento que llegó a la localidad para marcar un antes y un después en la trayectoria musical de Quintana.
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Este año, el festival ha estado organizado en su totalidad por el Ayuntamiento de Quintana que quiso volver a sus raíces y a la esencia del principio con un cartel con el rock como protagonista.Lo que comenzó como un proyecto reservado para valientes por la localización del municipio, se ha convertido en un punto de referencia para sus seguidores, que aumentan cada vez.
El pasado 12 de julio llegó la fecha tan esperada por los muchos seguidores del festival, que fueron llegando poco a poco el día previo a las instalaciones del merendero municipal, lugar donde está establecida la acampada. Por su parte, los vecinos de la localidad con entusiasmo comenzaron a notar desde el inicio de la semana el revuelo en el municipio que ya anunciaba el gran día, con ensayos, colocación de las instalación y todo tipo de ajustes para dejarlo todo a punto para su desarrollo.
De nuevo el merendero municipal volvió a cientos de jóvenes de numerosos lugares de España que no querían perderse las actuaciones de sus grupos preferidos. Dicho lugar está catalogado como una de las mejores zonas verdes de acampada de festivales a nivel nacional, debido a la extensión de césped, sombras y demás facilidades.
Una de las novedades de este año, ha sido la presencia de un Punto violeta, promovido por la oficina de iguladad de mancomunidad junto con la concejalía quintanense. En él se ofrecía ayuda e información a posibles víctimas y el objetivo fundamental era evitar los abusos, creando un espacio al que ir a denunciar. Hubo muchos voluntarios que desinteresadamente se pusieron el pañuelo violeta en el brazo, para hacer saber al resto que les podían ayudar.
El gran día
Una vez llegado el jueves, la algarabía se trasladó a los alrededores del campo de fútbol, donde desde primeras hora de las tarde comenzaron a reunirse grupos de jóvenes esperando a la apertura de las puertas.
Los encargados de dar la bienvenida al multitudinario público fue la banda navarra Ingrävito que comenzó su actuación a las 21:00 horas poniendo los primeros acordes al festival. Este grupo fue el ganador del concurso de bandas del Bellota Rock Fest de Plasencia de 2017, el Galleta Rock de Cáceres o del Guerra de Bandas de Logroño. Según sus palabras nacieron como respuesta a las inquietudes musicales de sus miembros con el objetivo claro de sincerarnos con la música para poder crecer a través de ella, manifestaron.
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El grupo con cuatro discos en el mercado, presentó el último de ellos titulado Sentirnos vivos por encima de nuestras posibilidades con temas cargados de energía y protestas donde predominó el tema anti-desahucios entre otras reivindicaciones.
El relevo en el escenario lo tomó el murciano Pascual Cantero, más conocido como Muerdo. El cantante, compositor y poeta español. Que alcalzó su mayor difusión gracias al apoyo del cantautor madrileño Luis Eduardo Aute, lazó su primer trabajo musical den 2011. Siete años más tarde llegó hasta el escenario quintanense para presentar su último disco La mano en el fuego, publicado en 2018. Con canciones llenas de ritmo, rumba y positivismo hizo bailar al público mientras coreaban sus canciones.
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Para los amantes del rock el plato fuerte llegó justo después cuando hizo su presentación el grupo Porretas. La mítica banda de rock cogió el micrófono para interpretar sus temas directos y divertidos.
Este grupo madrileño, comenzó en 1985 pero no fueron conocidos hasta principio de los 90, tras ganar un certamen con una recopilación de grupos de su barrio, fue entonces cuando se unieron El Bode y Luis para formar el, hasta hora, inseparable grupo. En febrero de 2017 volvieron a la carga con su decimoquinto álbum, titulado Clásicos II. En él, versionan temas clásicos del rock español como La chica de ayer, Resistiré, Libre El Rompeolas. Temas que hicieron gala a su estilo rockero, sin dejar de lado míticas canciones suyas como Marihuana u Hortalezas que hicieron enloquecer al público presente.
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Cuando el ambiente no podía estar más animado salió a escena el extremeño Hucco, conocido mundialmente. El autor de Se acabaron las lágrimas logró congregar en torno al escenario al mayor número de espectadores ese día interpretando sus temas más famosos como Mirando al cielo, Reina de los angelotes, o Creo.
Tras la actuación del placentino, el broche final de la noche lo puso el grupo extremeño La Ira, que creado a partir del Gitano, la Cabra y la Trompeta. Este regresó por segunda vez al festival para hacer saltar a los espectadores hasta el cierre del festival con canciones de rock muy transgresivo tales como Toda la vida, Aguante o Una canción , llenas de letras que hablan de compromiso y sentimientos de esos que nacen de las vísceras, aclamaron ante el público.
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Viernes noche
El viernes las puertas del campo de fútbol se abrieron al rítmo del grupo No Konforme. Esta banda madrileña El viernes las puertas del campo de fútbol se abrieron con los acordes del grupo No Konforme. Esta procedente del madrileño barrio de Carambachel calentó los motores de ese día con temas extraídos de su último trabajo Delicias de una falsa democracia, tales como Los que van a morir, Alas de papel o Cenizas del capitalismo. El rock duro continuó en el escenario con el mítico grupo Reincidentes que provocaron furor entre el público que chilló, gritó y saltó a ritmo de canciones como Vicio, Ay Dolores o Se acabó la fiesta. Mientras intercalaron mensajes de condena a los abusos machistas y de apoyo a la mujer.
Todo estaba preparado para el momento en el que el siguiente artista salió al escenario. Miles de espectadores no se movieron de su sitio mientras esperaba la salida del artista más esperado. Rosendo, cabeza de cartel de este año, apareció ante sus numerosos fans con su más que conocida canción Maneras de vivir. Esta leyenda del rock patrio, representante del rock alternativo y referente musical para muchos, irrumpió en el escenario a golpe de aplausos, mientras recordaba a sus fans que aún en su última gira, guarda toda la energía que siempre ha derrochado en el escenario. demostrando que las viejas glorias nunca mueren.
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Tras la hecatombe provocada por Rosendo llegó el rap metálico de la mano del grupo sevillano Narcos, que ambientó aún más la noche con temas como Kberna Lena de este año, además de las canciones El trapichero o Antricrista de su último disco Espichufrenia.
El punto y final del viernes lo puso la banda Trashutcada que visitaba también por segunda vez el festival quintanense interpretando canciones de su último disco como Nada de nada, En la calle o Toda la noche.
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Con cierto cansancio, pero no menos ganas e ilusión comenzó el tercer día de festival con un elenco de excepción que completó el festival. Desede el grupo cacereño K-tólicos que abrió el sábado, pasando por el famoso cantante de Barricada El Drogas que aún en solitario hizo saltar y brincar a los fans de este mítico grupo. Boikot fue el tercero en salir al escenario, repitiendo por segunda vez en el festival, en el cual confesó sentirse muy a gusto, tras unas palabras de agradecimiento al público quitanense, la banda madrileña entonó una decena de temas caracterizados por el compromiso social y la reinvindicación politica. Algunos de los más conocidos fueron Jarama y Cualquier día.
Tras finalizar su actuación, llegó al escenario uno de los grupos más esperados por la población local. Sínkope con el quintanense Vito Íñiguez a la cabeza llenó el césped del campo de fútbol en lo que fue su tercera visita en Granirock. En tarros de miel, Humo de contrabando o A merced de las olas fueron algunos de los temas que mas hicieron vibrar al úlibco, sin olvidarse de presentar su úlitmo trabajo El parque de los poetas.
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Después de la locura vivida por los espectadores tras la actuación de Sínkope, el grupo valenciano Los de Marras fueron los encargados de cerrar la quita edición del festival con sus letras comprometidas llenas de protesta. Con ellos se cerraba la puerta del campo de fútbol hasta el próximo año, en el que ya aseguran desde el equipo de Gobierno, que continuarán haciendo «todo lo posible para traer el mejor rock a Quintana».
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