Las procesiones regresan a Quintana, dos años después, con el Niño Jesús de Praga

El pasado 23 de enero supuso un punto y aparte en la nueva normalidad y es que tras dos años canceladas por la crisis de la covid 19, se celebró una procesión. Esta fue la del Niño Jesús de Praga, precisamente la última que se celebró en 2020 antes de declararse el Estado de Alarma en el país.

Los tres días previos, como es tradición, se llevó a cabo el Triduo en su honor con motivo de la Infancia Misionera. El jueves, 20 de enero, se hizo la exposición del Santísimo, la Eucaristía y Triduo, organizado por los grupos de niños de Comunión, el 21 estuvo organizado por los grupos de postcomunión y el tercer día por los de Confirmación.

El homenaje al Niño Jesús de Praga concluyó con la salida de la imagen a la calle en un recorrido corto desde la Plaza de España hasta la Plaza de Extremadura pasando por el parque Hernán Cortés y después el regreso a la parroquia.

En el trayecto estuvo acompañado por unas ciento cincuenta personas que, con mascarillas y cumpliendo las normas de seguridad, inauguraban el regreso de las procesiones.

De manera paralela, los 15 días previos, los niños de los distintos cursos realizaron una serie de huchas para recaudar fondos y enviar a la Infancia Misionera, que se celebra el 23 de enero, y así ayudar a los niños y jóvenes necesitados en las misiones.