

Aunque solo duró una hora, y no hubo consecuencias, la tormenta del pasado martes dio un buen susto a los vecinos de Quintana.
Pasadas las cinco de la tarde comenzó a llover y a caer granizo. Tal fue la intensidad y los litros que cayeron, que las alcantarillas filtraron más lento de lo normal, y se acumuló gran cantidad de agua en zonas como la del colegio de La Laguna o el parque Hernán Cortes, en el que el torrencial cubrió el acerado.
Las zonas más afectadas por el agua, se desalojaron rapidamente por lo que, despúes de todo, no ha habido daños personales ni materiales que lamentar.
El alcalde de la localidad, Raimundo Dávila, explicó que la situación no fue alarmante en ningún momento, «el hecho de acumularse agua pudo generar incertiumbre, pero no hubo nada más allá. Solo el agua acumulada en los puntos en el que el alcantarillado está acostumbrado a tragar menos agua, y de pronto cayeron muchos litros. De hecho, comparada con la de 2016, esta tormenta, más allá del susto, no ha tenido consecuencias».
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