

La situación sanitaria empeoraba por momentos debido a la subida incesante de contagios y el pronóstico apuntaba lluvia, pero pese a todo, el pasado 5 de enero los Reyes Magos llegaron hasta Quintana para devolver la ilusión a los niños de la localidad. «El año pasado no tuvieron y este era necesario premiarlos con la cabalgata por lo bien que se están portando», declaró el alcalde, Raimundo Dávila.
Y así fue, pasaban las 16.30 horas de la tarde cuando las carrozas de Melchor, Gaspar y Baltasar salieron del Parque Nuevo para recorrer más de una decena de calles. Debido a la covid, no se podía seguir la cabalgata, pero sí disfrutar de ella desde los distintos puntos del recorrido, el cual estuvo supervisado por los voluntarios de Protección Civil y la Policía Local.
Además, muchos balcones y puertas se llenaron de niños y mayores invadidos por la magia que desprendían Sus Majestados de Oriente, tan necesaria en los tiempos que corren.
Una vez que finalizó, en torno a las 19 de la tarde, los Reyes comenzaron a hacer videollamadas a los niños confinados del municipio que habían pedido audiencia con ellos para que también tuvieran la oportunidad de verlos. Un gesto de solidaridad, imprescindible como tantos otros en estas circunstancias, que todos agradecieron.
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